viernes, 13 de enero de 2012

MORENA POR QUE ERES MÍA






Algunos paisanos que se encuentran fuera del terruño me han pedido que les ponga mas fotos del año nuevo, es por eso que les subo un post mas, espero sea de su agrado.
Con la poesía del maestro Ruben Mora Gutiérrez, Guerrerense de Costa Chica, nacido en Santiago Cuautepec.




Costa jocunda y risueña
como puede ser la costa,
mujer de cintura angosta,
de ardiente carne trigueña,
dentro de tu alma costeña
plantó su feria la vida,
tu sangre es llama encendida,
tu carne es carne de anona;
"güeles" como hembra sazona
bañada de agua florida.

Un cielo hay en tus ojeras
y de tu pecho bendito
mana el licor exquisito
que producen las palmeras.
Tejieron las primaveras
tus enaguas de esmeralda
e hicieron con la guirnalda
de una y otra florecilla
un tápalo de Sevilla
que te abraza por la espalda.

Entre tus labios maduros
la chilena se alborota,
y la alegría se te bota
de los ojazos oscuros,
bailas bailares impuros
amas impuros amores,
y en tus besos impostores
de sabor indefinible,
hay un sabor imposible
de un fandango de sabores.

Costa valiente y bizarra
tierra de fiesta y boruca,
donde el macho se acurruca
junto a la hembra que lo amarra
y arranca con su guitarra
blancos luceros del cielo
en la noche de tu pelo
son flores de palo de arco
encajadas en un marco
de fondo de terciopelo.

Costa de sangre mulata,
de toros, naipes y gallos,
de amores y de caballos,
en que derrochas tu plata,
tú tienes una piñata
de cosas de gran valía,
pero ninguna podría
reproducir más emociones
que el cantar de tus canciones
y el reír de tu alegría.

El toreo es un fandango
a donde tus ojos van,
persiguiendo el loco afán
de olvidarse de su rango.


¡Feria de luz y alegría!
Morena feria de amor,
morena por tu color,
morena porque eres mía.

De tu boca de sandía
voy a beberme el sabor,
que me matan de calor
tus ojos de mediodía.

En tu canto de sirena,
tu espíritu aventurero
tiene encendido un lucero
para disipar la pena
en esta noche serena
del Estado de Guerrero.

Como una fiesta pagana,
luce Taxco en tus aretes
y te besa los cachetes
con besos de filigrana

Acapulco se engalana
con sus líricos ribetes,
poniendo en sus brazaletes
las perlas de Bocana.

Y tu agradeciendo el mote
que tu bello pecho irisa,
le has pagado una sonrisa
que sabe a chicozapote.

Sonrisas de primavera
como flores en dislate,
mariposas de zoyate
que riegas por dondequiera,
han tejido la quimera
del iris de tu petate.


¡Feria de luz y alegría!
morena feria de amor,
morena por tu color,
morena porque eres mía.


drserna@hotmail.com

miércoles, 4 de enero de 2012

DESPIDIENDO EL PRIMER DÍA DEL 2012


Al finalizar el primer día del año, como todos los años en las playas de mi querido Coyuca, ojala que encuentren algo que les agrade.
Con la poesía de Manuel Acuña.


Hoy ves la dicha delante
Y ves la dicha detrás;
Pero esa estrella brillante
Vive y dura lo que el viento.
—¿Qué?, ¿nada más dura un instante?
—Sí, nada más un momento,
ya verás.

Goza, goza, niña pura,
Mientras en la infancia estás;
Goza, goza esa ventura
Que dura lo que una rosa.
—¿Qué?, ¿tan poco es lo que dura?
—Ya verás niña graciosa,
ya verás.

Hoy el carmín y la grana
Coloran tu linda faz;
Pero ya verás mañana
Que el llanto sobre ella corra...
—¿Qué?, ¿los borra cuando mana?
—Ya verás cómo los borra,
ya verás.

Y así en la vida el incesante vuelo
mientras que todo es ilusión, avanza
en sólo una hora cuanto mide un cielo.

Y así, no llores mi encanto,
Que más tarde llorarás;
Mira que el pesar es tanto,
Que hasta el llanto dura poco.
—¿Tampoco es eterno el llanto?
—¡Tampoco, niña, tampoco,
ya verás!

¿Quieres oír un sueño?...
Pues anoche
vi la brisa fugaz de la espesura
que al rozar con el broche
de un lirio que se alzaba en la pradera
grabó sobre él un «beso»,
perdiéndose después rauda y ligera
de la enramada entre el follaje espeso.
Este es mi sueño todo,
y si entenderlo quieres, niña bella,
une tus labios en los labios míos,
y sabrás quién es «él», y quién es «ella».

Mirando a su querida pasaba noche y día.
Mil veces ¡ay! le quiso su pena declarar;
Pero tan lejos siempre, tan lejos la veía,
Que devoraba a solas su pena y su pesar.

¡Ah! nunca en mis delirios
creí que fuera eterno
el sol de aquellas horas
de encanto y frenesí;
pero jamás tampoco
que el soplo del invierno
llegara entre tus cantos,
y hallándote tú aquí...

Despidiéndose el primer día del 2012.



drserna@hotmail.com